NIGHTINGALE & CO

La maternidad

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Mírenlas, son sólo dos mujeres. Una es adulta, la otra, acaba de asomarse a la vida. El mundo que conocemos parece detenerse ante la frontera de una nueva realidad. En ella, una mujer es aliento de ese nuevo ser humano que ha surgido de sí misma. Sólo existe entonces calor, piel y unos pequeños dedos que buscan a tientas el pecho que le sigue dando vida. Entre ellas se ha tejido un lazo que sólo la extinción de su otra mitad puede separar. Podría ser una imagen de la maternidad que celebramos hoy.

Pero, más allá de celebrar la ternura y felicidad que esta experiencia puede traer a la vida de una mujer, se hace también imprescindible que reflexionemos sobre esta experiencia universal. Es aquí donde se agolpan preguntas tales como: ¿La maternidad es algo instintivo? ¿Se aprende a ser madre o se nace madre?  ¿Está la mujer más capacitada psicológicamente que el hombre para ocuparse de su hijo? ¿Cuáles son las características que tiene que tener una “buena madre”? ¿Es el papel de padre y madre un rol aprendido socialmente que depende de la familia donde crecimos? Y ante todo, una pregunta existencial importante: ¿Por qué ser madre?

Las posibles respuestas revelan lo importante que es explorar la pluralidad. Porque en nuestros días no es legítimo hablar de “la maternidad” en singular. No se trata de un fenómeno homogéneo, que debe ser vivido de la misma manera por todas las mujeres. Existen tantas concepciones y formas de ejercer las maternidades como realidades sociales, culturales, biológicas y reproductivas existen.  Es esencial, hoy más que nunca, que las mujeres, como individuos tan ligados a la maternidad, viajen más allá del hecho natural de la relación establecida entre ellas y el hijo que ha crecido en su seno. El ejercicio de la maternidad implica la transferencia de valores sociales de todo orden. Por eso, la mujer tiene un poder decisorio: dejar de ser una cadena de transmisión del papel social  establecido  como “madre” para que su hija tenga la capacidad de decidir en el futuro otros posibles caminos (siendo a su vez madre o no). Es decir, lo deseable sería que la maternidad fuera un terreno donde prosperase la decisión y empoderamiento femeninos. Se convertiría entonces en un proyecto humano.

No podemos olvidar que toda madre es mujer, con una trayectoria vital determinada, con sus propios deseos, necesidades y sueños. Que precisa llevar una vida plena para poder acompañar a sus hijos en su crecimiento y construcción de la identidad. Es imprescindible que transcendamos los arquetipos clásicos maternales idealizados: de la madre altruista y cuidadora que debe ser perfecta en todas las dimensiones de su vida. La exigencia de la perfección laboral, personal y maternal puede llevar a la mujer a la frustración y a la culpabilidad. Para ello, os necesitamos también a vosotros, nuestros compañeros y padres.

Todas nosotras, las mujeres, más allá de las diferencias existentes, tenemos un punto de encuentro común: somos hijas. Nuestro futuro ha dependido directamente de cómo nos hayamos ubicado socialmente en tanto hijas de nuestra madre. A falta de voces en la alta cultura que nos orienten con espíritu crítico sobre esta vivencia extraordinaria, me quedo con el ejemplo de una voz única: la de mi propia madre. Ella me enseñó a cómo era posible trabajar, leer y cuidar de nosotros. A no ser perfecta. A decirme que los niños cansan y a veces son insoportables. Y no por eso se deja de ser una madre excepcional. Me enseñó algo sagrado: a no renunciar a la propia vida. Por eso hoy, mi homenaje es para ellas, las diferentes: nuestras madres.

 

 

Bibliografía

  • Freixas, L.; Maternidad y cultura: una reflexión en primera persona, Claves de razón práctica, número de septiembre-octubre, 2012.
  • Herrera, M.M., Paradojas de la maternidad, Vª Jornadas de Investigación en Filosofía-9 al 11 de diciembre de 2004.
  • Sau, V., “La ética de la maternidad”, Mujer y sociedad. Ed. Lola Luna. Barcelona, Seminario Interdisciplinar sobre la mujer, Universidad de Barcelona, 1991.
  • Villarmea Requejo, S., Masso Guijarro, E., Cuando los sujetos se embarazan. Filosofía y maternidad, Ilemata año 7 (2015), nº 18, 1-11.

1. Fotografía obtenida en Huffintonpost.es: http://www.huffingtonpost.es/2014/07/23/fotos-madres-e-hijos_n_5610197.html.

 

 

3 pensamientos en “La maternidad

  1. Susana

    Muy interesante artículo de Ana Medina.Me gusta mucho el enfoque actual y la visión plural. En un mundo donde impera el insulto o las ideas cuadriculadas me gusta leer un artículo sencillo, respetuoso y bien escrito. Un saludo y feliz día de la madre.

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