NIGHTINGALE & CO

Vendaje Funcional I

 Óscar Vega Palencia – Juan Manuel Molina Arévalo


 

Dentro de la función de investigación y desarrollo de la Enfermería actual, el papel de los profesionales es vital para su continuación. El día a día de cada unidad genera y potencia el desarrollo de nuevas técnicas y/o la mejora de las ya existentes.

La Traumatología como especialidad no es ajena a ello. Los avances científicos  actuales han desarrollado o traído a la palestra nuevas formas de vendaje y nuevas utilidades del mismo que están definiendo un antes y un después en la calidad asistencial de la profesión.

En esta línea el Vendaje Funcional, como nueva herramienta enfermera, está implantándose como una técnica eficaz en el cuidado de las lesiones osteomusculares y, es la enfermería, la que está liderando este proceso de implantación en diferentes servicios como son las Urgencias Generales.

 El vendaje es una técnica milenaria, utilizada desde tiempos prehistóricos con el fin de tratar ciertas dolencias.  Se ha producido una gran evolución a la lo largo de la Historia, tanto en materiales como en mejora de las técnicas. La finalidad y los objetivos del vendaje apenas han cambiado.

Algunas de esas utilidades son fijar apósitos, mantener compresión para el cese de sangrados, inmovilizar miembros… y, en todos esos casos, la figura principal como responsable de los cuidados es la enfermera.

El vendaje ha ido evolucionando, y lo mismo ha ocurrido con la Enfermería, cuyos conocimientos de Anatomía y Fisiología entre otros la hacen una de las profesiones más cualificadas para la realización de los vendajes en diferentes hábitos.

El vendaje funcional en concreto ha ido íntimamente ligado al deporte, de hecho es ahí donde surge. La enfermera es fundamental en centros deportivos, piscinas, clubes… No podemos obviar, en relación a los vendajes funcionales,  su cada vez mayor campo de aplicación en el medio hospitalario, especialmente en los Servicios de Urgencias donde se realiza la primera intervención, como posteriormente en Atención Primaria, para continuar su seguimiento, sin olvidarnos del propio Servicio de Traumatología.

Como veremos a continuación, según el ámbito de actuación podemos hablar de vendaje preventivo o terapéutico, y dentro de éste, aplicar una u otra modalidad según el momento de la lesión, región a tratar y por supuesto la persona a la que se lo vamos a realizar, individualizando cada caso.

Definición


Se entiende por vendaje funcional a la contención dinámica que, utilizando vendas adhesivas, elásticas e inelásticas, oportunamente combinadas, se propone obtener la protección de determinadas estructuras músculo-tendinosas y cápsulo-ligamentosas frente agentes patomecánicos o potencialmente tales.

Se consigue una inmovilización parcial, produciendo limitación o inhibición del movimiento de la articulación que produce dolor, dejando el resto de movimientos libres.

Principales características


 Disminuye la tensión de las estructuras anatómicas implicadas.

  • Favorece la cicatrización de la lesión.
  • No anula la totalidad de los movimientos articulares, sino exclusivamente aquellos que afectan a la estructura lesionada, favoreciendo la funcionalidad y evitando por tanto la aparición de rigidez
  • Se opone a la formación de derrames articulares o hematomas musculares (venda elástica)
  • Beneficio psicológico, aporta sensación de confort y seguridad.
  • Evita la atrofia muscular y la alteración de la propiocepción derivada de la inmovilización total, pues no precisa reposo.
  • Disminuye el riesgo de trombosis, por el mismo motivo
  • Se puede asociar a tratamientos rehabilitadotes

Como hemos visto en la definición, hay dos tipos de vendas para realizar vendajes funcionales: elásticas adhesivas e inelásticas adhesivas, con diferentes tamaños según precisemos.

Técnicas de contención


Según combinemos ambos tipos de vendas, obtendremos los siguientes tipos de vendajes:

  • Técnica de  inmovilización: venda inelástica (“tape”). Inhibe el movimiento que produce el dolor.
  • Técnica de contención: venda elástica. Limita el movimiento que produce el dolor. Superficies musculares amplias o lesiones agudas que cursan o pueden cursar con edema.
  • Mixta: mezcla de los anteriores: inelástica y elástica, según necesidad. Limita el movimiento y puede cumplir función compresiva

Así, según la técnica empleada, el vendaje tendrá diferente finalidad:

  • Preventiva: eminentemente deportiva, previene la lesión.  Requiere utilizar una técnica de inmovilización, para inhibir al máximo el movimiento.
  • Terapéutica: trata la lesión o complementa su rehabilitación. Técnica de contención o mixta, para limitar el movimiento.

Indicaciones y contraindicaciones


El vendaje funcional tiene una serie de recomendaciones en las que su utilización esta totalmente indicada, aportando todos sus beneficios, pero también otras en las que su uso puede no ser la opción mas adecuada e incluso llegar a ser contraproducente

Principales indicaciones:

  • Distensiones ligamentosas de I y II grado
  • Hiperlaxitud ligamentosa
  • Distensiones y elongaciones musculares
  • Roturas fibrilares musculares parciales
  • Descarga en las tendinitis, fascitis plantar y periostitis
  • Fisuras óseas de huesos largos (metatarsos, metacarpos)

Contraindicaciones:

  • Roturas tendinosas
  • Roturas ligamentosas
  • Roturas musculares completas
  • Fracturas óseas
  • Edemas
  • Insuficiencia venosa o arterial
  • Heridas abiertas
  • Alergias al material

3 pensamientos en “Vendaje Funcional I

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