26 años de profesión: un reto superado
“El éxito no se logra sólo con cualidades especiales, es sobre todo, un trabajo de constancia, de método y de organización”. J.P. Sergent
Mi amplia trayectoria como profesional sanitario ha sido dura, llena de experiencias, inquietudes y en ocasiones, incluso angustias…pero sobre todo, ha sido un reto. A través de la oportunidad que se me brinda desde este blog, me gustaría poder compartir un poco de mi historia con todos vosotros.
Mi ilusión desde pequeña era convertirme en azafata, pero todos sabemos que la vida da muchas vueltas y mis
comienzos en el mundo laboral nada tuvieron que ver con el sueño deseado, motivos personales y familiares hicieron que mi incursión en el mundo laboral fuese al cuidado de unos niños. Y tras mi pericia como cuidadora, unos años después, encaminé mi formación y mi carrera profesional en el cuidado de los demás, en el ámbito sanitario.
Mi primer trabajo, recién finalizado mis estudios en Formación profesional (FP) se llevó a cabo en el Hospital Severo Ochoa de Leganés (Madrid), centro inaugurado en el año 1987, con un contrato en el Servicio de Urgencias Generales. Imaginaros cuántas sensaciones: la ansiedad al enfrentarme al primer trabajo, en un hospital nuevo y recién inaugurado, enfrentarse a la realidad y demostrar tu valía como profesional, queriendo demostrar todo lo que has aprendido y sabes… resultaba todo muy “difícil” o esa era mi sensación en aquellos momentos. Pues sentía que me faltaba tener “más práctica”, siempre me he dicho que la práctica es lo que te hace crecer profesionalmente.
Después poco a poco y con el paso del tiempo fui adquiriendo más conocimientos y esa sensación de angustia que a veces oprime tan fuerte, fue desapareciendo.
Un día mi vida volvió a dar un giro inesperado, por necesidades de personal sanitario en otro Hospital de nueva apertura en Madrid, se ofreció a profesionales del Hospital Severo Ochoa la oportunidad de desplazarse a este nuevo centro, el Hospital Príncipe de Asturias, ubicado en Alcalá de Henares (Madrid).
Entre esas personas me encontraba yo y eso suponía desplazarme unos cuantos kilómetros de mi hogar (resido en la localidad madrileña de Fuenlabrada).Otro reto más que debía superar… y con ilusión y muchas dudas, me embarqué en el viaje encomendado hacia el nuevo hospital. Y fue allí donde aprendí en poco tiempo lo que significaba: prudencia, preferencia y urgencia.
Gran parte de mi trayectoria profesional ha ido ligada a las Urgencias Generales y después a los Cuidados Intensivos (UCI), pero he tenido la suerte de trabajar además en otros servicios y especialidades, como son Cardiología, Consultas, esterilización, Oncología, etc. En todos ellos conseguí consolidar mis conocimientos, aprender cosas nuevas y a través de todos los profesionales compartir sus experiencias.
Pero no todo es un camino de rosas, aún pasado todo este tiempo, me sigue viniendo a la memoria algunos momentos difíciles, que me han dejado huella, esa huella de la que nunca consigues olvidar por más que pasen los años, como aquél accidente de tráfico: trágico, frío, con todos esos profesionales enfrentándose a una situación caótica en un servicio de Urgencia recién inaugurado, o aquella paciente de oncología, con una triste historia y tanta necesidad de apoyo emocional, queriendo entender su sufrimiento…
Pasado un tiempo, se volvió a inaugurar otro nuevo hospital, esta vez en mi localidad de residencia, el Hospital de Fuenlabrada. De nuevo, debía arriesgarme y tomar la decisión de dejarlo todo y aprovechar la posibilidad de estar más cerca de casa y dedicarme a mi familia: mi hijo, llevando esa responsabilidad a su máxima extensión. En este tiempo, estuve trabajando en diferentes unidades, y mi inquietud en cada cambio de servicio, se transformaba en la necesidad de aprender más, de involucrarme en el equipo, conocer nuevos protocolos, nuevas técnicas, etc. Era un compromiso personal, quería dar la mejor atención posible en cada momento. Ahora puedo deciros que el reto ha sido superado. Y que en estos últimos años, me acompaña la seguridad y la tranquilidad de haber conseguido una plaza fija en el Hospital Severo Ochoa.
Actualmente estoy desempeñando mis funciones de TCAE (Técnico en Cuidados Auxiliares de Enfermería) en el Hospital “Severo Ochoa” de Leganés, en el servicio de Urgencias Pediátricas. Todos los días nos ofrece la oportunidad de aprender cosas nuevas. Quiero animar a todas las futuras TCAE (sabiendo que el comienzo es difícil) a que sigan aprendiendo, que sigan formándose y sepan escuchar de los compañeros más expertos.
A las actuales TCAE que ejercen su profesión, que hay gran cantidad de cosas que podemos hacer y debemos hacer para seguir progresando como profesionales. Que no hay que perder esa ilusión de los comienzos, la participación en jornadas y congresos, las redes sociales, formación, etc. hacen que cada día seamos más valoradas y se tenga en cuenta nuestra opinión. Además de enriquecernos como profesionales y como personas, no debemos olvidarnos de nuestra misión, visión y valores.
¡Se el primero en comentar la entrada!
- La mujer más bella del mundo
- Unidades de Cuidados Intermedios (UCIM): Una necesidad en la calidad del cuidado enfermero