Un marcador tumoral (MT) se define como aquella sustancia biológica o bioquímica producida o inducida por las células tumorales o por el organismo en respuesta a su presencia, vertida al torrente sanguíneo en cantidades detectables, que refleja su crecimiento y/o actividad y que permite conocer la presencia, evolución o respuesta terapéutica de un tumor maligno. Por lo tanto, es una sustancia química con o sin actividad biológica, producida o inducida por la célula neoplásica y que refleja la presencia, crecimiento y/ o actividad del tumor.
A los marcadores tumorales también se les conoce como marcadores biológicos o biomarcadores, y la naturaleza de estos MT es muy variable: yendo desde el ácido nucleico, ADN o ARN, una proteína o un péptido, hasta procesos complejos como un anticuerpo, la apoptosis, la amilogénesis y la proliferación.
Hoy en día se admite que estos marcadores no son específicos del cáncer, pero su correcto empleo tiene valor diagnóstico en determinadas situaciones y sobre todo un valor pronóstico y de monitorización en el seguimiento.
Hay MT que están asociados con un solo tipo de cáncer, mientras que otros están asociados con dos o más tipos de cáncer. “No existe un marcador de tumores “universal” que pueda detectar cualquier tipo de cáncer” comenta el Dr. Francisco Atienza en su blog Médicos & Pacientes. ¿Porqué no existe ese MT que detecte la presencia del tumor maligno en todas sus fases? Porque la especificidad y la sensibilidad nunca es del 100%, los MT pueden aparecer en situaciones de benignidad, lo que no sitúa frente a los falsos positivos.
Muchos marcadores tumorales (MT) no son específicos a un tipo particular de cáncer y el nivel de uno de ellos puede aumentar como consecuencia de más de un tipo de cáncer, por lo que se utilizan en combinación para lograr mayor efectividad diagnóstica. Existen estrategias que pueden ser de gran utilidad: concentración sérica de los MT, cuanto mayor sea la concentración sérica del MT, mayor es la probabilidad de que se trate de un proceso tumoral.
Debemos saber que los MT no son específicos de cáncer, dado que la mayoría de los biomarcadores pueden ser sintetizados por células no tumorales, esto supone que la presencia de un MT no siempre indicará la presencia de un tumor, aunque la presencia de concentraciones elevadas de un determinado biomarcador tumoral puede reflejar la presencia de un tumor. Por ello, los expertos indican la importancia de saber discriminar si se trata de un proceso benigno o tumoral ante una elevación de un MT. La mayoría de estos marcadores se utilizan como complemento de otras técnicas de diagnóstico, ya que establecer un diagnóstico basado únicamente en los niveles de marcadores tumorales no es correcto debido a la falta de especifidad de estos como ya se ha comentado.
La sensibilidad y especificidad de los marcadores determinan su utilidad en el diagnóstico. El marcador más sensible es aquel que siempre se identificará en presencia de un tumor. El más específico nunca será positivo si no hay enfermedad. La sensibilidad se define como el porcentaje de pacientes portadores de un determinado tumor, con valores patológicos, superiores a la normalidad, de un determinado marcador (su opuesto serían los falsos negativos) mientras que la especificidad es el porcentaje de pacientes sin un tumor maligno, con valores normales de un determinado marcador (su opuesto serían los falsos positivos).
Basándose en la utilidad clínica, el MT ideal sería por tanto aquél que solo pudiera detectarse en pacientes con cáncer (especificidad 100 %) y que además esta detección pudiera llevarse a cabo en los estadios más precoces de la enfermedad (sensibilidad 100 %). Es obvio que este MT ideal no existe por el momento y los científicos continúan investigando en la identificación de nuevas moléculas que constituyan marcadores de mayor utilidad terapéutica, con Especificidades y Sensibilidades más altas, que se equipare al MT ideal lo máximo posible.
El MT ideal sería aquél detectase exclusivamente en presencia de un tumor concreto además de ser fácil de determinar y relacionarse con el tumor y la respuesta al tratamiento. Estos datos sugieren que la mayoría de los marcadores tumorales no son excesivamente útiles en el diagnóstico, pero sí en el pronóstico, diagnóstico precoz de recidiva y control evolutivo de un tumor.
Para optimizar el uso de los MT ante la detección de un elevado valor de cualquier marcador, será necesario discriminar si eso es debido a la presencia o no de un tumor a través de los siguientes criterios:
– Concentración sérica del marcador. Cuanto mayor es la concentración de un MT detectado en pacientes, mayor es la probabilidad de tratarse de un tumor maligno.
– Descartar patología benigna.
– Control evolutivo. Valores aislados de concentraciones elevadas de cualquier marcador tiene un valor limitado. Es necesario realizar 2 ó 3 determinaciones seriadas con un plazo mínimo de 15 días entre determinaciones y los incrementos o decrementos han de superar el 20 % para ser significativos. Cuando las cifras del marcador indican un incremento continuo, se podría afirmar que el origen es tumoral.
El marcador tumoral ideal debería cumplir con estas tres características, según nos indica el Dr. Campuzano:
– Debe ser altamente específico para un determinado tumor o grupo de tumores, de tal manera que se eviten resultados falsos positivos.
– Debe permitir la detección del cáncer aun con enfermedad oculta, antes de que se presenten las manifestaciones clínicas.
– Debe ser muy sensible, de tal manera que se eviten resultados falsos negativos.
El MT ideal debería servir para el diagnóstico precoz pero no es así, en la práctica clínica se usan más como ayuda en el diagnóstico en combinación con otras pruebas de diagnóstico y para monitorizar la progresión de la enfermedad después de su detección y tratamiento.
La Sociedad Española de Oncología Médica indica que los marcadores tumorales no son determinantes por sí mismos para dar un diagnóstico, sino que se convierten en pruebas complementarias que ayudan a conocer mejor cuál es el diagnóstico y la situación de la enfermedad.
Los MT más utilizados en la práctica clínica son: PSA, CEA, CA 125, CA 15.3, antígeno carbohidratado 199 (CA 19.9), alfa-fetoproteína (AFP), gonadotropina coriónica humana (HCG), NSE y SCC.
Existen bastantes marcadores más, para profundizar en este tema, se puede visitar las páginas de la Asociación española contra el cáncer https://www.aecc.es/es, SEOM (Sociedad española de oncología médica) https://seom.org/ o la Asociación Española de Enfermería oncológica https://www.seeo.org/.
Un Post de <strongSara Lospitao.
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