Las Herederas
Dijo Khalil Gibran, el extraordinario ensayista y poeta libanés, que “La historia no se repite si no es en la mente de quien no la conoce”. Por esta razón se asoman a nuestra “Ventana Indiscreta”, de forma excepcional, no una sino varias imágenes que intentarán revivir las motivaciones que hicieron posible que hoy, 8 de Marzo, celebremos el Día Internacional de la Mujer. Nuestra intención es acercarles algo de lo consignado en ese constructo que llamamos historia y de esta forma, saber reconocer aquellos actos, ideas, creencias, mitos, etc., que transformaron la vida de los seres humanos. Tampoco podemos dejar de constatar que lo que se recuerda es únicamente una leve estela de lo ocurrido. El olvido siempre ha sido un fiel amigo de la andadura del hombre. Por esta razón necesitamos conocer y plantar cara a esa forma de oscuridad.
Las autoras que de forma marginal, durante el pasado y el presente han relatado la historia de las otras mujeres (o su propia historia) han establecido una identidad de género y han conseguido construir una definición de lo que suponía ser mujer en su época y cultura. Y lo han hecho desde su propia perspectiva y no siguiendo el discurso establecido (hegemónicamente patriarcal).
Pero para ello es imprescindible un primer paso: que su voz se haga visible y sea reconocida, que sean “autorizadas”. Muchas de estas mujeres desde diferentes campos: la política, la literatura, la ciencia, etc., han tenido que luchar esforzadamente para hacerse presente en un mundo, en el que al menos, parcialmente, se las rechaza. Por eso en la mayoría de los casos, lo harán desde espacios marginales y con un sentido crítico. También es labor nuestra, de las mujeres y hombres del presente, hacer su voz presente y reconocer sus voces, a veces casi sin fuerza y perdidas en la historia. De esto trata la conmemoración de un día como hoy, el dedicado internacionalmente a la mujer.
El día 8 de Marzo es un momento en que queremos recordar a todas aquellas mujeres que desde diferentes esferas: organizaciones sociales y derechos humanos, movimientos feministas, distintos ámbitos culturales, académicos, políticos, etc., aportaron la pasión y grandes dosis de valentía necesarias para defender sus derechos. Lo que era entonces reclamado por los primeros movimientos organizados de corte sufragista, comunista, socialista y pacifista (nótese que todavía estos reclamos siguen muy presentes), era el derecho a la educación, un salario justo, el voto político y a la anticoncepción. Esta lucha tuvo lugar a principios del S.XX, un momento en que la historia vivió una transformación radical y definitiva por medio de revoluciones, guerras y movimientos políticos.
El origen de la celebración de este día presenta varias versiones. La más extendida hace alusión a un incendio ocurrido en una fábrica textil de Nueva York llamada Cotton, que tuvo lugar en 1857 según algunas fuentes o en 1908 según otras. Las trabajadoras de la fábrica declararon una huelga en protesta a causa de unas condiciones laborales absolutamente insoportables. Al no aceptar el dueño de la fábrica dichas condiciones, las trabajadoras ocuparon la fábrica. Ante esta reacción el propietario cerró entonces las puertas, y prendió un fuego que abrasó a 129 trabajadoras.
En la historiografía estadounidense en cambio, esta fecha está ligada a una gran manifestación espontánea organizada por las trabajadoras del sector textil en la ciudad de Nueva York. La protesta se realizaba a causa de los bajos salarios y una jornada laboral que abarcaba 12 doce horas en unas condiciones deleznables. La manifestación fue reprimida de forma tan brutal que se produjeron múltiples arrestos, e incluso muertes.
Sin embargo las investigaciones realizadas por la historiadora canadiense Renée Coté, que dedicó diez años a la búsqueda de pruebas que ratificaran estas versiones, ha tenido como conclusión el que no existían pruebas documentales que demostrasen que el incendio de la fábrica Cotton ocurrió realmente. El 8 de marzo de 1908 fue domingo además, un extraño día para declararse en huelga. Sí que existió un incendio en la fábrica “Triangle Shirtwaist Company”, donde murieron muchas mujeres, la mayoría jóvenes entre 17 y 24 años, pero no fue un 8 de marzo de 1908, sino un 25 de marzo de 1911, dos días antes de la primera celebración oficial del Día Internacional de la Mujer. En cuanto a la versión americana del origen del día, la manifestación del campo textil tuvo lugar en realidad el 27 de septiembre de 1909, iniciando una huelga de trece semanas.
Las historiadoras François Picq y Liliane Kandel se preguntan cómo estas versiones sobre el origen del Día Internacional de la Mujer han logrado constituirse en verdaderos mitos que han logrado perdurar a lo largo del S. XX hasta llegar a nosotros. Y su respuesta es concluyente: este mito quiere oscurecer e incluso hacer desaparecer los verdaderos hechos a causa de su tinte comunista.
El 8 de marzo hace también referencia a un hecho trascendental: la huelga general de 1917 liderada por las obreras de Petrogrado. Ocurrió un 23 de febrero (según el calendario ruso) que corresponde al 8 de marzo según el calendario gregoriano. Las obreras textiles salieron a las calles para exigir poner fin a la escasez de alimentos, protestar contra las condiciones laborales y contra la participación de una Rusia todavía zarista, en la I Guerra Mundial. La revuelta o Revolución de Febrero se llevó a cabo en contra de las órdenes de los dirigentes de la oposición zarista, que encontraban a su partido no suficientemente fuerte para una ofensiva de este tipo y temiendo la represión que podría ocasionar.
Hay diversos testimonios valiosos de la época que ratifican la importancia de la mujer obrera en la revuelta. Dice Trotsky:
“El 23 de febrero era el Día Internacional de la Mujer. Los elementos socialdemócratas se proponían festejarlo de manera tradicional: con asambleas, discursos manifiestos, etc. A nadie se le pasó por las mentes que el Día de la Mujer pudiera convertirse en el primer día de la revolución. Ninguna organización hizo un llamamiento a la huelga para ese día…”
También Alexandra Kollontai, otro miembro del Comité Central del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia al igual que Trotsky, escribe: “El día de las obreras, el 8 de Marzo, fue una fecha memorable en la historia. Ese día las mujeres rusas levantaron la antorcha de la revolución”. Ocho meses después los bolcheviques se harían con el poder y el curso de la historia cambiaría para siempre. Sin embargo, la participación de la mujer en la revolución rusa también quedo olvidada y solo nombres de varones serían recordados como artífices de la misma
La figura a la que debemos que la celebración del Día de la Mujer se haya convertido en una festividad internacional, es sin duda Clara Zetkin (1857-1933), líder de la organización de las mujeres en el Partido Socialdemócrata alemán. Propuso que la celebración tuviera un corte internacional en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas que tuvo lugar en Copenhague en agosto de 1910. Sin embargo existían ya ciertos antecedentes al respecto. Las socialistas americanas ya habían instituido el Women´s Day desde 1908, para reivindicar el derecho al voto de la mujer, designando para ello el último domingo del mes de febrero (no lo conseguirían hasta 1920).
La primera celebración oficial del Día Internacional de la Mujer se produjo el 19 de Marzo de 1911 y fue celebrada conjuntamente en Austria, Alemania, Dinamarca y Suecia. Inicialmente la fiesta tenía lugar en fechas diferentes según los países, pero a partir de 1914 a propuesta alemana, se fijó por primera vez el 8 de Marzo como fecha común del día dedicado a la mujer en Suecia, Alemania y Rusia.
En 1975, Naciones Unidas, esta organización con una capacidad y efecto blanqueador sin igual, ofrece una versión oficial de las causas de la celebración del Día de la Mujer, que conscientemente ignoraron los sucesos de la revuelta rusa en 1917, y el papel de Clara Zetkin. Este gesto tiene que ser entendido, por supuesto, en un contexto donde la Guerra Fría seguía estando presente. Pero, según los historiadores, es innegable el papel del movimiento internacional de las mujeres socialistas en la institución de este día.
Independientemente de la versión a la que prefieran acogerse organizaciones, historiadores, etc. hay hechos que certifican el por qué sigue siendo necesario conmemorar el legado que han construido muchas mujeres, y también hombres, en favor del derecho a vivir en igualdad. En la Europa actual 1 de cada 3 mujeres han recibido una agresión física o sexual (y esta cifra escalofriante hace preguntarnos cómo es posible esto, sí es cierto que las cosas han cambiado tanto en relación a la vulnerabilidad de la mujer en la sociedad). En España, a lo largo del 2013, 48 mujeres han fallecido víctimas de la violencia de género, y 11 más han corrido la misma suerte en este breve recorrido del año 2014. Sin considerar por supuesto que estas cifras pueden multiplicarse exponencialmente en países en desarrollo.
Ahora es preciso que nos preguntemos cómo, si la mujer se encuentra en una proporción superior a los hombres en un nivel de estudios académicos superiores, que no accedan también de forma proporcional a puestos de liderazgo. El sentido común nos dice que al margen de la formación académica, existen otros obstáculos de por medio que son de corte principalmente cultural.
Desmond Tutu, arzobispo sudafricano y Premio Nobel de la Paz afirmó que “No hay justificación científica para el prejuicio y la discriminación. Y tampoco hay justificación moral”. Si ustedes, mujeres que leen estas líneas han logrado desarrollarse como personas íntegras, agradézcanselo también a los hombres que tienen a su alrededor, ya sean padres, hermanos, compañeros…ellos han sido sin duda parte determinante de ese logro. A las que todavía luchan para poder conseguirlo les queda el consuelo de ser continuadoras de un largo camino de lucha. Son las herederas de aquellas obreras que salieron en Petrogrado o en Nueva York para encararse contra el hambre, el frío y la imposibilidad de poder decidir sobre su propia vida. De todos, hombres y mujeres, es la responsabilidad de transformar las ideas y creencias que construyen nuestra cultura.
Ya lo dijo Simone de Beauvoir con su “No se nace mujer, se llega a serlo”.
- Álvarez González, a.I. Los orígenes y la celebración del Día Internacional de la Mujer, 1910-1945.KRK- Ediciones: Oviedo, 1999
- Coté Renée. La Tournée Internationale des Femmes ou Les varaies des mystérieuses origenes du 8 mars. Jusqu`ici embroullées, truquées, oubliées. Les editions de rémue, Menage, Montreal, 1984
- Gianotti, V. El verdadero origen del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. www. marxismo.org, 2004
- Hobsbawn, E. Historia del siglo XX. Ed. Crítica, 2000.
- SU MAJESTAD, MISS NIGHTINGALE
- El humor, una herramienta terapéutica en manos de la enfermería
Gracias de nuevo, Ana, por este artículo tan sabroso y nutritivo.
Me indigna profundamente que se trate de demonizar y de estigmatizar al movimiento feminista por parte de ciertos «sectores».
El feminismo no tiene nada que ver con las «feminoides» que muestran sus «lolas» en actos públicos, que no se depilan, que fuman Ducados sin boquilla y que mean de pie.
El histórico feminismo -y el auténtico- es un activismo intelectual que propugna LA IGUALDAD DE DERECHOS Y OPORTUNIDADES de las mujeres en la sociedad. Jamás, a lo largo de su historia, ha pretendido una supremacía hembrista.
Por desgracia, este término -al igual que otros muchos- ha sufrido una degradación que está siendo aprovechado para reivindicar el conservadurismo más rancio, patriarcal, homófobo y paleto
Gracias Pedro por tu aportación, que aclara aún más el término feminismo y lo que implica. Un saludo.
En pleno 2020 estamos estamos escuchando comentarios por parte de algunas mujeres -aunque muchas, pero una clara minoría- que afirman sin tapujos “que no van a celebrar el 8 de marzo porque no es su festividad” o que “el movimiento feminista o les representa”. Señoras y señoritas, no basta creerse lo que pone en los cartelitos que inundan las redes sociales ni mucho menos dar como buenas las disparatadas teorías de las abanderadas del “antifeminismo” como Cayetana Álvarez de Toledo o Alicia Rubio. Es preciso leer, documentarse, repasar la historia…Los derechos y libertades que ahora disfrutan las mujeres en España y en muchos países occidentales -aún queda mucho por conseguir- han sido conquistados luchando para cambiar el statu que establecido. No se necesita derrochar ni un gramo de esfuerzo para dejar que las cosas sigan estando como siempre habían estado. Gracias a todas ellas por haber contribuido de una manera decisiva a un mundo más justo e igualitario. Y gracias, especialmente a Ana Medina (la enfermera prodigiosa) por ser una de ellas.