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Unidades de Cuidados Intermedios (UCIM): Una necesidad en la calidad del cuidado enfermero

  En nuestros medios hospitalarios somos testigos de la existencia de pacientes, que superando la fase aguda de un proceso patológico grave que ha requerido ingreso en una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), son trasladados a la planta. Sin embargo, la experiencia práctica muestra que en esa realidad existe un salto asistencial, un “eslabón perdido”, entre la UCI y la unidad de hospitalización convencional que no garantizan una  continuidad de cuidados de calidad al paciente. Este espacio en blanco quedaría completado por la presencia de Unidades de Cuidados Intermedios o UCIM.

Para establecer una diferenciación clara entre una UCI y una UCIM, diremos que las primeras están dedicadas al cuidado del paciente grave que requiere un tratamiento específico o soporte mecánico a través del cual se mantendrán las funciones vitales. La razón principal de ingreso en este caso es la existencia de una amenaza real o potencial para la supervivencia del paciente. En el caso  de las UCIM, cuyo nacimiento tuvo lugar en los años 70, su atención está destinada a pacientes con un bajo riesgo de precisar medidas de soporte vital, pero que requieren monitorización continua no invasiva y mayor vigilancia, especialmente por parte de la enfermería.

Unidades de Cuidados Intermedios (UCIM): Una necesidad en la calidad del cuidado enfermero

Los pacientes candidatos a una UCIM serían por tanto aquellas que se encontraran fisiológicamente estables, pero que necesitan un control más continuado. En ellos existe el peligro potencial de presentar problemas que requieran una actuación rápida, que incluso puedan ser letales en caso de no intervención. Debido al alto ratio enfermera/paciente presente normalmente en nuestras unidades de hospitalización españolas, es claro que este tipo de pacientes no pueden ser atendidos con la atención y calidad suficientes en dichas unidades.

Entre los beneficios y ventajas detectadas en los medios hospitalarios poseedores de UCIM, según diversos estudios realizados al respecto,  se encuentran: reducción de estancia media y reingresos en UCI[1], disminución de la mortalidad[23]y del número de paradas cardio-respiratorias (PCR) en unidades de hospitalización convencional[4]. Todas estas ventajas incluyen una mejor recuperación psíquica y física, sin incrementar la estancia media hospitalaria.

Considerando los beneficios en cuanto a la optimización del empleo de  recursos humanos y materiales, diremos que la creación de unidades específicas, que agrupan a enfermos con la misma patología permite una mejor gestión de estos recursos. Es un hecho que en la actualidad, en nuestras Unidades de Cuidados Intensivos, permanecen enfermos que no cumplen criterios que justifiquen su permanencia pero que tampoco los cumplen para ser dados de alta. Diversos estudios, como el de Felipe Solsona[5],  jefe del Hospital del Mar, cifra la estancia inadecuada en un 28%, Wagner et al describe hasta un 45%[6] y Murata y Ellrodt [7]en un 40%, entre otros.

 

Ante la aparente ganancia que sería reportada por la presencia de las UCIM, cabe preguntarse por qué en la inmensa mayoría de los hospitales no hay dichas unidades. ¿Puede deberse a que los profesionales sanitarios no están de acuerdo con los servicios que puedan aportar dichas unidades? Para responder a esta pregunta, intenté averiguar la opinión de los profesionales sanitarios adscritos a los Servicios de Medicina Intensiva e Interna del Hospital Universitarios de Fuenlabrada. La investigación parte de un estudio descriptivo transversal, realizado en Marzo del 2009. La recogida de datos se realizó a través de un cuestionario auto-cumplimentado con opción de respuesta cerrada policotómica, utilizando la escala Likert. Con una muestra de 95 cuestionarios finales valorados, respondidos por 22 médicos y 75 enfermeros, las conclusiones en cuanto a su opinión respecto las UCIM fueron las siguientes:

 

  • Tanto los profesionales adscritos a los servicios de M. Intensiva como los de M.Interna estaba de acuerdo en cuanto a que la existencia de UCIM podría disminuir la estancia media en UCI de pacientes traqueostomizado, siendo una medida eficiente en el cuidado del paciente semi-crítico y una mejor gestión de recursos.
  •  Los médicos de los servicios de M.Intensiva y  los de M. Interna difieren  respecto a que las UCIM reduzcan el salto asistencial entre UCI y plantas de hospitalización, que proporcionen un cuidado más eficiente al paciente semi-crítico y que estas unidades proporcionen un ambiente más tranquilo que la UCI.
  • Las enfermeras de M. Intensiva y M. Interna no difieren en ninguno de los elementos comentados en el punto anterior, reflejando su acuerdo en cuanto al beneficio de la existencia de las UCIM.

 

Aún detectándose diferencias de opinión en el personal médico de los diferentes servicios consultados, parece claro que las UCIM son necesarias y pueden reportar al paciente semi-crítico una mejoría notable en la calidad de su cuidado, prioritariamente del personal que más precisa en ese período de tiempo: la enfermería. Por tanto sería altamente beneficioso que nuestros medios hospitalarios analizasen las necesidades y características de su centro para determinar si su cartera de servicios, objeticos asistenciales, recursos disponibles, volumen de posibles candidatos, etc. hacen prioritaria la creación de este tipo de unidades.

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