Por @shyadya
Por todos es conocido que actualmente en nuestro país, la posibilidad de trabajar tanto en enfermería como en cualquier otra profesión, se ha reducido drásticamente con las cifras tan desesperanzadoras que nos facilita el SEPE (Servicio Público de Empleo Estatal), antiguo INEM (Instituto Nacional de Empleo). Motivos como este hacen que la gente se replantee qué hacer en un futuro inmediato y a largo plazo.
En mi caso, terminé la carrera de enfermería el año pasado y vislumbrando el panorama, sabía que era el momento de continuar estudiando. Desde antes de empezar la universidad, tenía claro hacia donde quería encaminar mi futuro.Siempre he sentido debilidad por la obstetricia y la ginecología, y, conociendo de sobra el temido examen EIR por el que tanta gente se frustra al llevar años intentándolo, por miedo o bien por querer vivir una experiencia internacional, decidí buscar vías alternativas.
Tenía claro que quería estudiar matrona pero…¿Dónde? Busqué los programas que existen en Portugal, Italia, Irlanda, Suiza e Inglaterra…pero, viendo que algunos exigían más de dos años para hacer dicha especialidad, les fui descartando uno a uno. Entonces…cuando ya pensaba que iba a tener que enfrentarme al EIR…en el foro de comadronas.org, encontré la solución: estudiar en Budapest (Hungría). Era un programa muy novedoso, en inglés y, acababa de comenzar ese mismo año. Evidentemente, antes de tomar una decisión así le tienes que dar unas cuantas vueltas y tener en cuenta el factor económico (este programa es un grado universitario por lo que no sólo no recibimos ningún salario por estudiar, sino que pagamos por ello)…pero por alguna razón, sabía que quería seguir ese camino.
Me puse en contacto con la persona al cargo de explicar la documentación que debía aportar y el examen de inglés que tenía que realizar. Existían dos fechas para hacer dicho examen: marzo y junio. Mientras tanto, todas las que decidimos emprender esta aventura, creamos una página en facebook y nos fuimos ayudando con el papeleo (que no fue poco).
Cuando nos comunicaron que la universidad nos había admitido, buscamos un hostal donde dormir los días previos a buscar piso. Debo destacar esto como anécdota, ya que tras haber estado meses teniendo conversaciones con gente “on line”, tuvimos la oportunidad de conocernos cara a cara y convivir unos días. Gracias a esta experiencia, sé lo que puede mover una ilusión… Todas las que estamos allí (27 chicas) tenemos una historia por la que hemos acabado en Budapest (y a cada cuál más interesante).
Empezamos las clases en septiembre y como todo…adaptarse a un nuevo programa no es fácil para nadie. Había cosas muy parecidas a lo que estábamos acostumbradas y otras que chocan y no te concuerdan. Un ejemplo de ello es el horario que hemos tenido: clases a primera hora de la mañana, después 4 horas libres, y luego toda la tarde también con clases y en otra universidad…, otro día tienes las clases tan juntas, que no te da tiempo a ir de una universidad a otra y nos toca (aunque esté prohibido) comer en el metro, tranvía…
Las asignaturas que hemos tenido son: obstetricia y ginecología (impartida por 4 profesores, así que se podrían considerar como 4 diferentes), salas de simulación (en el primer trimestre se centraron en recordarnos patologías que ya conocíamos y en el segundo empezamos con las específicas del embarazo y puerperio), informática (donde nos hemos pasado cada martes 5 horas y media delante de un ordenador, y no conforme con los trabajos que tuvimos que realizar, también tuvimos un examen de bastantes horas), húngaro (que he de confesar que es mi talón de Aquiles…), neonatología (impartida por dos profesoras, así que también considerada como 2 asignaturas distintas y a mi entender la más difícil dado el extenso y complejo temario), terminología en inglés, preparación para la tesis de segundo y educación física.
Tras 8 semanas de teoría, nos hacen un examen parcial para ver cómo llevamos la asignatura., antes de ir a prácticas. Si suspendes, aunque no cuente para la nota final, debes volver a hacerlo hasta que lo apruebes.
Respecto a las prácticas…qué difícil es hacerte entender cuando la gente de tu alrededor no habla prácticamente nada de inglés…yo he tenido muchísima suerte y estoy con una matrona que aunque no entiende, hace lo posible por hacerse entender y nos trata a mi y a mis compañeras de maravilla. Siempre tiene una sonrisa en la boca. Por eso, aquí se demuestra que la intención es lo que cuenta, y…que el google traductor hace el resto.
En Hungría, una matrona no tiene las mismas competencias que en España, así que cada vez que he vuelto a casa por navidad, semana santa…, he tratado de hacer prácticas extra para solventar las deficiencias que llegaré a tener cuando termine el año que viene.
Pasado un año, todo se ve diferente, pero hay semanas a las que no les ves el fin y necesitas el apoyo de la gente que te rodea para saber que vas a seguir adelante porque realmente estás viviendo tu sueño. Tu familia y amigos están lejos aunque el skype, redes sociales y whats app hacen muy bien su trabajo, así que les toca esta labor a tus compañeras de viaje, de piso que hacen que siempre veas el lado positivo y recuerdes qué ha hecho que estés allí en ese momento.
No me arrepiento para nada de la decisión que tomé hace un año y volvería a tomarla. Sí que creo que como todo nuevo programa, necesita mejorar ciertas cosas, pero confío en que lo haga en un futuro para que gente como yo pueda beneficiarse de ello.